Posmodernismo.
Es difícil definir que se entiende por posmodernismo, pues dicho concepto implica una determinada diversidad de movimientos culturales, artísticos, literarios, y filosóficos. Generalmente es concebido como un “movimiento cultural que, originado en la arquitectura, se ha extendido a otros ámbitos del arte y de la cultura del siglo XX, y se opone al funcionalismo y al racionalismo modernos”. (1) Según G. Vattimo este concepto tiene su origen en el nihilismo moral de Nietzsche y en la crítica a la metafísica de Martin Heidegger.
Al posmodernismo se le han atribuido, entre otras, las siguientes características:
“Pérdida de vigencia de las ideologías, de los metarrelatos y de todo interés por lo teórico, por lo ajeno a la utilidad inmediata. (…)
Se aceptan todas las posiciones sin necesidad de justificarlas con rigor racional, y no por respeto al pluralismo, sino porque en cierto modo pareciera que todo da igual y es cuestión de mere agrado o de liberalidad decidirse por esto o lo otro.
Búsqueda primaria de lo hedónico, (…) Entrega abierta por lo mismo al consumismo (…)
No interesan ya concepciones globales sobre qué es el hombre o el mundo (…)
La clásica diferencia sujeto-objeto, típica de la modernidad, se esfuma: no hay ya un sujeto, el investigador, que como observador imparcial estudia su objeto, sino que, sobre todo en las tecnociencias, lo que correspondería antiguamente al objeto se vuelve activamente sobre el sujeto, lo modifica y lo cambia. (…)” (2)
Notas:
1. Diccionario de la Real Academia Española.
2. Roa, Armando. “La modernidad y posmodernidad”. Editorial Andrés Bello, primera edición, Santiago de Chile, 1995. p. 41 y ss.
No importa la forma de los conceptos, cuando la naturaleza del rock no es mas que la fusión de lo alternativo: Chase The Tear; Portishead. (2009)