Psicopatía.
La
psicopatía es un trastorno disocial de la personalidad que ha causado a lo
largo de la historia un gran interés comunitario, tanto a nivel de estudio como
de alarma social.
“La
psicopatía se ha considerado, durante mucho tiempo, un trastorno de la
personalidad. Sin embargo, las últimas investigaciones han demostrado que no
solo es un trastorno de la personalidad, sino que, realmente, existen
diferencias en el propio cerebro. Lo que caracteriza al psicópata es que es incapaz
de tener emociones, y, por lo tanto, carecen de remordimientos y empatía
(emociones imprescindibles para los demás seres humanos)”. (1)
“Los
individuos con una personalidad psicopática satisfacen sus necesidades
valiéndose de reglas propias y utilizando a las otras personas como “objetos”. Los
psicópatas, en el plano personal, son presuntuosos, arrogantes, insensibles,
dominantes, superficiales, manipuladores. En la manifestación de sus afectos
son irritables, incapaces de establecer fuertes vínculos emocionales con los
demás, carentes de empatía, sentido de culpa y remordimiento. Pueden ser
brillantes, escribir artículos y libros magníficos, imitar palabras
emocionales, pero es evidente que sus palabras no están de acuerdo con sus
acciones. Para protegerse de este mundo hostil, desarrolla características de
autoprotección, como agresividad, maneras beligerantes, engaño, resentimiento
hacia la autoridad y la habilidad de “prender” y “apagar” su encanto.” (2)
“Los
psicópatas son mentirosos patológicos, manipuladores y personas encantadoras.
Poseen una evidente falta de remordimiento por sus malas acciones, no pueden
aceptar la responsabilidad de las mismas y carecen por completo de empatía.”
(3)
“Actualmente,
la psicopatía se contempla como un trastorno disocial de la personalidad
caracterizado por mínimo tres de las siguientes características:
- Una cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de empatía.
- Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales.
- Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas, muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a comportamientos violentos.
- Incapacidad para sentir culpa y aprender de la experiencia, en particular del castigo.
- Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo.” (4)
- Una cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de empatía.
- Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales.
- Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas, muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a comportamientos violentos.
- Incapacidad para sentir culpa y aprender de la experiencia, en particular del castigo.
- Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo.” (4)
(2)
Nuevos avances en el estudio de la psicopatía.
http://wradio.com.mx/programa/2019/10/07/martha_debayle/1570464211_644406.html
http://wradio.com.mx/programa/2019/10/07/martha_debayle/1570464211_644406.html
(3)
Cómo es el nacimiento de un psicópata.
https://cnnespanol.cnn.com/2015/06/17/como-es-el-nacimiento-de-un-psicopata/
https://cnnespanol.cnn.com/2015/06/17/como-es-el-nacimiento-de-un-psicopata/
(4)
¿Un psicópata nace o se hace?
https://www.psicologia-online.com/un-psicopata-nace-o-se-hace-4918.html
https://www.psicologia-online.com/un-psicopata-nace-o-se-hace-4918.html
“El
amor es un crimen que no puede realizarse sin cómplice.”
(Charles
Baudelaire)
La metamorfosis del vampiro.
La mujer, entre tanto, de su boca de fresa
Retorciéndose como una sierpe entre brasas
Y amasando sus senos sobre el duro corsé,
Decía estas palabras impregnadas de almizcle:
«Son húmedos mis labios y la ciencia conozco
De perder en el fondo de un lecho la conciencia,
Seco todas las lágrimas en mis senos triunfales.
Y hago reír a los viejos con infantiles risas.
Para quien me contempla desvelada y desnuda
Reemplazo al sol, la luna, al cielo y las estrellas.
Yo soy, mi caro sabio, tan docta en los deleites,
Cuando sofoco a un hombre en mis brazos temidos
O cuando a los mordiscos abandono mi busto,
Tímida y libertina y frágil y robusta,
Que en esos cobertores que de emoción se rinden,
Impotentes los ángeles se perdieran por mí.»
Cuando hubo succionado de mis huesos la médula
y muy lánguidamente me volvía hacia ella
A fin de devolverle un beso, sólo vi
Rebosante de pus, un odre pegajoso.
Yo cerré los dos ojos con helado terror
y cuando quise abrirlos a aquella claridad,
A mi lado, en lugar del fuerte maniquí
Que parecía haber hecho provisión de mi sangre,
En confusión chocaban pedazos de esqueleto
De los cuales se alzaban chirridos de veleta
O de cartel, al cabo de un vástago de hierro,
Que balancea el viento en las noches de invierno.
La mujer, entre tanto, de su boca de fresa
Retorciéndose como una sierpe entre brasas
Y amasando sus senos sobre el duro corsé,
Decía estas palabras impregnadas de almizcle:
«Son húmedos mis labios y la ciencia conozco
De perder en el fondo de un lecho la conciencia,
Seco todas las lágrimas en mis senos triunfales.
Y hago reír a los viejos con infantiles risas.
Para quien me contempla desvelada y desnuda
Reemplazo al sol, la luna, al cielo y las estrellas.
Yo soy, mi caro sabio, tan docta en los deleites,
Cuando sofoco a un hombre en mis brazos temidos
O cuando a los mordiscos abandono mi busto,
Tímida y libertina y frágil y robusta,
Que en esos cobertores que de emoción se rinden,
Impotentes los ángeles se perdieran por mí.»
Cuando hubo succionado de mis huesos la médula
y muy lánguidamente me volvía hacia ella
A fin de devolverle un beso, sólo vi
Rebosante de pus, un odre pegajoso.
Yo cerré los dos ojos con helado terror
y cuando quise abrirlos a aquella claridad,
A mi lado, en lugar del fuerte maniquí
Que parecía haber hecho provisión de mi sangre,
En confusión chocaban pedazos de esqueleto
De los cuales se alzaban chirridos de veleta
O de cartel, al cabo de un vástago de hierro,
Que balancea el viento en las noches de invierno.
(Charles
Baudelaire)
Charles
Baudelaire: El poeta maldito. Nació en París el 9 de abril de 1821. Llamado así
por los excesos que cometió en su vida bohemia y también por una obra
literaria, impregnada de maldad.
Presagio.
Ya
el inevitable destino
aguarda
sediento el fin de la serpiente
que
en su insaciable avaricia se engulle a sí misma.
Del álbum “Talking Heads: 77”,
“Psycho Killer”. Talking Heads (1977)