Poesía

Tu voz es la espada que libera el silencio de mi alma.

sábado, 31 de diciembre de 2022

 

La sirena
 
“Aun hombre suele agobiarle en secreto el papel que debe ejercer: ser siempre responsable, dominante y racional. La sirena es la máxima figura de la fantasía masculina porque brinda una liberación total de las limitaciones de la vida. En su presencia, siempre realzada y sexualmente cargada, el hombre se siente transportado a un mundo de absoluto placer. Ella es peligrosa, y al perseguirla con tesón, el hombre puede perder el control de sí, algo que ansía hacer. La sirena es un espejismo: tienta a los hombres cultivando una apariencia y actitud particulares. En un mundo en que las mujeres son, con frecuencia, demasiado tímidas para proyectar esa imagen, la sirena aprende a controlar la libido de los hombres encarnando su fantasía.”
 
“La inmediata atracción de una canción, una voz o un aroma. La atracción de la pantera con su perfumada fragancia. […] Según los antiguos, la pantera es el único animal que despide un olor perfumado. Usa este aroma para atraer y capturar a sus víctimas. […] Pero ¿qué es lo que seduce en un aroma? […] ¿Qué hay en el canto de las sirenas que nos seduce, o en la belleza de un rostro, en las profundidades de un abismo […]? La seducción radica en la anulación de signos y su significado, en la pura apariencia. Los ojos que seducen no tienen significado, terminan en la mirada, como el rostro con maquillaje termina en la pura apariencia. […] La fragancia de la pantera es también un mensaje sin significado, y detrás del mensaje la pantera es invisible, como lo es la mujer bajo su maquillaje. Tampoco era posible ver a las sirenas. El encantamiento reside en lo que se oculta.” Jean Baudrillard, De la Seducción.
 
En: “El arte de la seducción”, Robert Green. Espasa. 2001.
 
 
 
 
Alegoría
 
Es una mujer bella y de espléndido porte,
Que en el vino arrastrar deja su cabellera.
Las garras del amor, los venenos del antro,
Resbalan sin calar en su piel de granito.
Se chancea de la muerte y del Libertinaje:
Los monstruos, cuya mano desgarradora y áspera,
Ha respetado siempre, en sus juegos fatales,
La ruda majestad de ese cuerpo arrogante.
Camina como diosa, posa como sultana;
Una fe mahometana deposita en el goce
y con abiertos brazos que los senos resaltan,
Con la mirada invita a la raza mortal.
Cree o, mejor aún, sabe, esta infecunda virgen,
Necesaria, no obstante, en la marcha del mundo,
Que la hermosura física es un sublime don
Que de toda ignominia sabe obtener clemencia.
Tanto como el Infierno, el Purgatorio ignora,
Y cuando llegue la hora de internarse en la Noche,
Contemplará de frente el rostro de la Muerte,
Como un recién nacido -sin odio ni pesar.
 
(Charles Baudelaire)
 
 
 
 
No, no quiero el tiempo que te sobra,
sino el tiempo en el que eres bella y feliz,
eso es lo que quiero que compartas conmigo.
La miseria puede estar en cualquier lugar,
pero de ninguna forma en el amor.

 

Esa amarga paradoja del desdén: creerse imprescindible.

“Two Out Of Three Ain't Bad”, Meat Loaf.