El
“Malleus Maleficarum” y el derecho penal.
“El
concepto de brujería fue creado por teólogos, predicadores e inquisidores de la
Iglesia católica,(…) lo que ellos hicieron fue hacer de las prácticas mágicas
populares, que eran básicamente una técnica para controlar el mundo (o sea,
para curar, dañar, ser exitoso en el amor, etc.), una religión heterodoxa o
herética, pues sostuvieron que las brujas establecían un pacto de fidelidad con
el diablo y lo adoraban en reuniones nocturnas llamadas “aquelarres” o
“sabbats” así como realizando malas obras. El martillo de las brujas. Para
golpear a las brujas y sus herejías con poderosa maza, escrito en el siglo XV
por los inquisidores dominicos Heinrich Kraemer y James Sprenger. El objetivo
explícito de El martillo es el de terminar con la brujería: “se debe hablar al
pueblo con el fin de hacer odiar el crimen [de la brujería] y para que los
jueces sean más ardientes en la venganza del crimen de los renegados de la fe
[i.e. de los brujos]” (II, I, XIV, 314)” (1)
“El
Martillo puede ser estudiado de múltiples formas. El lector interesado puede
acercársele desde diversas atalayas. El Martillo es un texto construido con un
aparato erudito exactamente bajo el signo metodológico e ideológico común a
cualquier obra académica de la época. El Malleus Maleficarum está integrado por
tres grandes partes, cada una dividida en cuestiones. (…) La Parte Primera
trata acerca de los tres elementos que coinciden en el maleficio: el Demonio,
la bruja y la permisión divina. Comprende dieciocho cuestiones, que, podría
afirmarse, son temas esenciales de una criminología etiológica, es decir, de tipo
causal-explicativa, cuyo objetivo fundamental es explicar el origen y las
causas del crimen. La Parte Segunda se refiere a la forma en la que las brujas
infieren los maleficios, así como las distintas formas de luchar felizmente
contra ellos. Comprende dos cuestiones: la primera está integrada por dieciséis
capítulos y la segunda por ocho. Hoy diríase que esta parte contiene tópicos
fundamentales de criminalística y política criminal o criminológica. La Parte
Tercera comprende veinticinco cuestiones relativas a la actuación judicial
contra los brujos, las brujas y otras mujeres tanto en el fuero eclesiástico
como en el civil. Aquí, se contienen y muestran, de forma muy elocuente, las
reglas para iniciar proceso judicial (inquisitorial), así como para obtener la
verdad por medio de la confesión —mejor dicho, mediante la tortura— y
pronunciar sentencia (condenatoria).
La
última parte del Malleus Maleficarum es fundamentalmente de carácter procesal
o, mejor dicho, procedimental. Constituye también, junto a otras obras del
mismo tenor, un texto de consulta obligada para conocer el modelo inquisitivo
de justicia penal.
El
Malleus Maleficarum es un libro emblemático por cuanto integra en su contenido
saberes criminológicos, criminalísticos y de derecho penal sustantivo, procesal
y de ejecución de penas. En este sentido, se trata de un libro fundacional de
un modelo integrado de saber penal. De igual forma, el Martillo fija un hito en
la tradición jurídica y política de Occidente.” (2)
“(…)
según un informe de las Naciones Unidas del 2009 que no habrá cambiado mucho al
2020, ser etiquetada como bruja equivale a una pena de muerte. Durante una crecida
de abusos contra la brujería (…) Londres formó un equipo policiaco para reducir
la violencia contra las acusadas de brujería; en contraste, los funcionarios en
Arabia Saudita crearon una unidad antibrujas que adiestra a los cuerpos
policiacos a “luchar científicamente contra la brujería”. (3)
(1)
Elia Nathan Bravo. El diablo y las brujas: una religiosidad del miedo.
(2)
Octavio R. Acedo Quezada. “Remedievalización del Derecho y la Política.
Introducción crítica al estudio del saber jurídico-político.” Instituto de
Investigaciones Jurídicas, UNAM, 2019.
Brujas.
Nexos. 01 de mayo de 2020.
La misma y otra
música, la misma y otra pócima.
Con manos de polvo
escribe el tiempo
en los rincones donde aprendí a ser fantasma.
en los rincones donde aprendí a ser fantasma.
Respiro el tejido
infinito
en los bordes de un espejo
quebrado.
en los bordes de un espejo
quebrado.
Soy quien arrulla la
niebla y en susurros te habla
de la alegría de un día,
de este instante de trazos circulares
en la tierra
del sueño.
de la alegría de un día,
de este instante de trazos circulares
en la tierra
del sueño.
Soy quien contempla
el acertijo en el gesto
de la luna
de la luna
en el aljibe
y encarna en grito,
en fervorosa carcajada.
y encarna en grito,
en fervorosa carcajada.
Soy quien pronuncia
los versos secretos
que escribiste con tiza en un pliegue de la noche.
que escribiste con tiza en un pliegue de la noche.
Soy mujer de un solo
libro
que se reescribe infinito
en el canto de los días,
en nuestros cuerpos
tan terrenales que celestes.
Aleteo de ávidas aves
muy cerca.
que se reescribe infinito
en el canto de los días,
en nuestros cuerpos
tan terrenales que celestes.
Aleteo de ávidas aves
muy cerca.
Descifro y soplo.
Un beso infinito florece
en silencio de antorchas.
Un beso infinito florece
en silencio de antorchas.
(Liliana Moreno
Muñoz)
https://liberoamerica.com/2018/06/03/poemas-en-lengua-de-bruja-y-salto/
“(…)
el amor y el odio existen en el alma, en la cual ni siquiera el demonio puede
entrar”
(Malleus
Maleficarum)
Némesis.
No
todos los recuerdos escapan al silencio,
algunos
están prestos para hablarte al oído.
Icónica y majestuosa
obra maestra del rock.
“Stairway To Heaven” (Led
Zeppelin)