Poesía

Tu voz es la espada que libera el silencio de mi alma.

domingo, 5 de junio de 2011

Ella.
(Vicente Huidobro)

Ella daba dos pasos hacia delante
Daba dos pasos hacia atrás
El primer paso decía buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los otros decían cómo está la familia
Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo

Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora de mares
Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza

Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla

Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un cielo bajo una paloma

Tenía una boca de acero
Y una bandera mortal dibujada entre los labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas




Tu nombre.
Mi cielo lleva tu nombre
porque tus recuerdos
son estrellas
abrigando mi alma.


A veces viene a mi memoria aquella mañana que escuche por vez primera su voz, y entonces los recuerdos dibujan su rostro en mi mirada. Se que no esta conmigo, pero nos atan otros vínculos mas fuertes. Por los tiempos en que los sueños fueron una realidad, la piel cambia de textura, pero la forma de sentir siempre será la misma. Del álbum “Frampton” lírica que construye ataduras a través del sonido y la palabra: “Baby I Love Your Way"; Peter Frampton. (1975)