Las
historiad de amor.
“Las
historias no sólo influyen en el desarrollo de las relaciones, sino también en
el tipo de relaciones que elegimos. Algunas personas piensan que cuando
escogemos a un amante o esposo/a de entre un numero potencial de candidatos, lo
hacemos partiendo de una lista de cualidades elaborada racionalmente y luego
elegimos al ganador/a que reúne la mayor cantidad de atributos. Pero no es así;
a menudo elegimos a la persona que nada tiene que ver con ese contexto racional
que hemos creado. A veces, nos enamoramos de una persona que hubiéramos
rechazado de inmediato si hubiésemos atendido a la razón. El motivo de ello es
que, en la mayoría de ocasiones, nos influyen las historias y no la razón.
Esto no quiere decir que las consideraciones racionales no formen parte de nuestras elecciones amorosas. (…) Quizás sería más correcto decir que nos enamoramos de la historia de una persona, que de la persona en, concreto.
Podemos casarnos o no con la persona de la que estamos enamorados. A veces, decidimos casarnos atendiendo a la elección más racional, aunque la persona elegida tal vez no sea la que mejor encaje en nuestra historia. Sin embargo, si hacemos lo que la sociedad y la familia consideran como lo correcto o racional corremos el riesgo de sufrir las malas consecuencias de nuestras acciones: lo normal es que no seamos felices cuando nos demos cuenta de que no sólo no queremos a la persona con la que nos hemos casado, sino que nunca la podremos amar.”
“El amor es como una historia”. Robert J. Sternberg, editorial Paidós, 1999.
Esto no quiere decir que las consideraciones racionales no formen parte de nuestras elecciones amorosas. (…) Quizás sería más correcto decir que nos enamoramos de la historia de una persona, que de la persona en, concreto.
Podemos casarnos o no con la persona de la que estamos enamorados. A veces, decidimos casarnos atendiendo a la elección más racional, aunque la persona elegida tal vez no sea la que mejor encaje en nuestra historia. Sin embargo, si hacemos lo que la sociedad y la familia consideran como lo correcto o racional corremos el riesgo de sufrir las malas consecuencias de nuestras acciones: lo normal es que no seamos felices cuando nos demos cuenta de que no sólo no queremos a la persona con la que nos hemos casado, sino que nunca la podremos amar.”
“El amor es como una historia”. Robert J. Sternberg, editorial Paidós, 1999.
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.
Merchant of Love (Joan
Armatrading)