Recuérdame.
Puedes llorar porque se ha ido, o
puedes
sonreír porque ha vivido.
Puedes cerrar los ojos
y rezar para que vuelva o puedes abrirlos y ver todo lo que ha
dejado;
tu corazón puede estar vacío
porque no lo puedes ver,
o puede estar lleno del amor
que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el
vacío y dar la espalda,
o puedes hacer lo que a ella le gustaría:
sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
sonreír porque ha vivido.
Puedes cerrar los ojos
y rezar para que vuelva o puedes abrirlos y ver todo lo que ha
dejado;
tu corazón puede estar vacío
porque no lo puedes ver,
o puede estar lleno del amor
que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el
vacío y dar la espalda,
o puedes hacer lo que a ella le gustaría:
sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
(David Harkins)
Enero diecisiete.
Hoy de madrugada recordé
tu frase:
“Te amo con la fuerza
que me queda”.
y de momento mi memoria
se detuvo
en esos furtivos y divertidos
viajes.
Gracias por los
momentos compartidos,
las promesas
cumplidas, y tu valiosa ayuda.
Un fuerte abrazo a la
distancia
y un beso de mousse
de limón.
Duele tu partida,
buen viaje mlm.
(D. E. P.)