“Desde la Revolución Científica, existe la creencia de que nuestras ansias de amor tienen un fundamento biológico y que, en consecuencia, nuestras pasiones pueden explicarse por una sola causa: la antiquísima pulsión de reproducirnos. Desde esta perspectiva, sólo somos una suerte de osos, canarios o gatos que han complicado —quizá de manera innecesaria— el apareamiento. Aunque esta idea contiene una dosis de verdad, resulta insuficiente para dar cuenta de nuestra desesperada búsqueda del amor e, incluso, es incapaz de dar cuenta de la maravilla del encuentro donde los cuerpos entrelazados sólo son uno de los ingredientes. Nuestro amor, si bien tiene algunas bases biológicas, es mucho más complejo y tiene explicaciones más profundas que la reproducción. Por ello es posible suponer que nuestra ansia de amor está vinculada con otros fenómenos: la terrible orfandad del hombre moderno y la historia del discurso que modela nuestra percepción del mundo”. (…)
José Luís Trueba Lara. “Sobre el amor y el erotismo”. Grijalbo, México 2008.
"El sabio es sabio porque ama. El loco es loco porque piensa que puede entender el amor".
(Paulo Coelho)
Cada quien cree saber que es amar en su angustiosa desesperación de sentirse escuchado, y en esa fatal inspiración, intenta imponer su "verdadera" concepción del amor; sin embargo, ni las frases científicas, ni los constructos ideológicos de interpretación, pueden suplir la soledad que implica el desamor. En ultima instancia, en el amor no mata la soledad, sino la indiferencia. Letra que confiesa finalmente ese gran secreto, que culmina en la terrible consecuencia que trae consigo la indecisión; interpretación de las hermanas Ann Wilson y Nancy Lamoureux Wilson; Heart; “Alone”. (1983)