Duelo.
Etimológicamente la palabra duelo proviene del latín dolus que significa dolor. Duelo es el dolor experimentado como soledad, sufrimiento o aflicción cuando un vínculo se rompe. (1)
“Una de las experiencias más dolorosas para el hombre —quizá la más dolorosa— es la separación definitiva de aquellos a quienes ama (Caruso. 1967). Ante el rompimiento de una relacion amorosa, resurge el sufrimiento que se vivió ante ciertas experiencias anteriores de perdida y abandono (Vivanco, 1997). Por lo general un divorcio o una separación amorosa, conduce a la persona hacia un desequilibrio, a una desestabilidad emocional. (…)
Teóricamente, en las relaciones de pareja se unifican sentimientos, emociones y tendencias tanto afectivas como físicas. Se desencadenan mecanismos de ayuda, de comprensión y comunicación en el contexto de ‘ser para el otro” (Díaz-Loving, 1999). Luego entonces, el rompimiento sentimental y físico de una relación amorosa provoca que se derrumben perspectivas y aspiraciones, emergiendo un ambiente desalentador y frustrante. (…)
Freud (1917) se refirió a la experiencia de duelo como “la reacción frente a la perdida de una persona amada o de una abstraccion que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc’. (…) explica que ante la pérdida, el examen de realidad dice al individuo que su objeto amado ya no existe, exhortándolo a desligarse de él. La persona se muestra renuente, ya que es un proceso largo y doloroso desunirse de un objeto que continúa existiendo dentro de su mundo psíquico.
Por tanto es normal que el sujeto trate de retener el vinculo afectivo que lo une al objeto perdido, y sólo le es posible retirar la libido del objeto muy lentamente hasta que el yo es libre de nuevo.
El proceso de duelo de acuerdo con Freud (1917), se caracteriza por un talante de dolor, la pérdida de interés en todo aquello del mundo exterior que no recuerde al objeto perdido la incapacidad para escoger un nuevo objeto de amor y la imposibilidad para entregarse al trabajo productivo.” (2)
"El duelo normal o duelo no complicado es una respuesta normal, con un carácter predecible de sus síntomas y de su desarrollo. Al principio suele manifestarse como un estado de “shock“ caracterizado por aturdimiento, sentimiento de perplejidad y aparente dificultad para captar el alcance de lo ocurrido. Suele ser breve, y es seguido de expresiones de dolor y malestar como llanto y suspiros. También suelen presentarse sensación de debilidad, pérdida de apetito y peso, dificultad para concentrarse, para respirar y para hablar e insomnio; son frecuentes los sueños sobre la persona (...), que producen una sensación desagradable al despertar y comprobar que se trataba sólo de un sueño.” (3)
1. En: http://www.pi.org.mx/duelo.html
2. Zaragoza Toscano, R. T. En: http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/mocl/zaragoza_t_rt/capitulo2.pdf
3. S.D. Flórez. Psiquiatra. Universidad de Antioquía. Medellín, Colombia. En: http://www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol25/sup3/suple6a.html
“Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos.”
(Bertrand Arthur William Russell)
El amor siempre eleva pasiones; pero cuando se marcha, te sumerge en ese terrible y breve infierno. Canción de amor que emerge directamente de las raíces del rock, y tema de la película "Crazy Love" (1987) del director Dominique Deduddere.“Love Hurts”; The Everly Brothers. (1960)
lunes, 26 de julio de 2010
Táctica y estrategia.
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
(Mario Benedetti)
Ningún corazón es infranqueable a la emoción que provocan las palabras de amor, sobretodo cuando están escritas a tus labios y a tu piel. Original de Billy Preston y Bruce Fisher, grabada posteriormente en el lento y magistral arreglo que apareció en el álbum "I can stand a little rain"; obra imprescindible del rock, y de las letras de amor: "You are so beautiful" ; Joe Cocker. (1974)
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
(Mario Benedetti)
Ningún corazón es infranqueable a la emoción que provocan las palabras de amor, sobretodo cuando están escritas a tus labios y a tu piel. Original de Billy Preston y Bruce Fisher, grabada posteriormente en el lento y magistral arreglo que apareció en el álbum "I can stand a little rain"; obra imprescindible del rock, y de las letras de amor: "You are so beautiful" ; Joe Cocker. (1974)
miércoles, 21 de julio de 2010
"El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por la ausencia de los abrazos (...) y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme (...) en el café en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita (...) tampoco el diente de ajo sirve para nada. (...) No hay decreto de gobierno que pueda con el, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo."
(Eduardo Galeano)
Del album “For the love of strange medicine”, en la voz del ex vocalista de ”Journey”; apologia del amor:
“Precious girl
Little pearl
Temptation is a lonely world
Eyes deceive
They believe
In everything they wanna see, yeah”
“You better wait”; Steve Perry. (1994)
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme (...) en el café en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita (...) tampoco el diente de ajo sirve para nada. (...) No hay decreto de gobierno que pueda con el, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo."
(Eduardo Galeano)
Del album “For the love of strange medicine”, en la voz del ex vocalista de ”Journey”; apologia del amor:
“Precious girl
Little pearl
Temptation is a lonely world
Eyes deceive
They believe
In everything they wanna see, yeah”
“You better wait”; Steve Perry. (1994)
El amor es química... y algo de amistad.
Las hormonas definen el calendario amatorio: la testosterona dispara el deseo y la oxitoscina mantiene la fidelidad.
Javier Sampedro. 18/01/2009.
"El amor se suele considerar indefinible, porque unos lo ven con Freud como una sublimación del sexo, otros con Fromm como una de las bellas artes, y otros le aplican la palabra al gato. Pero ¿y si los tres tienen razón?
La antropóloga Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, se basa en sus experimentos de imagen cerebral (por resonancia magnética funcional) y en el resto de la evidencia disponible para defender una definición tripartita del amor. Primero el impulso sexual indiscriminado, una fuerza autónoma que desata la búsqueda de pareja en cualquier acepción del término; luego la atracción sexual selectiva; y por último el cariño, el lazo afectivo de larga duración que sostiene a las parejas más allá de la pasión.
Son tres procesos cerebrales distintos, pero interconectados. Y tienen una profunda raíz evolutiva común, porque su balance controla la biología reproductiva de las especies. El impulso sexual, la primera fase del amor, está regulado por la testosterona (masculina) y los estrógenos (femeninos) en el común de los mamíferos, más bien por la testosterona en los primates, y casi exclusivamente por la testosterona en el Homosapiens.
Los hombres con más testosterona en la sangre tienden a practicar más sexo, pero también las mujeres suelen sentir más deseo sexual alrededor del periodo de ovulación, cuando suben los niveles de testosterona. El declinar de esta hormona con la edad va asociado a la reducción de todos los tipos de libido, incluidas las fantasías sexuales.(…)
La segunda fase es el amor romántico, el amor en sentido clásico de la palabra enamorarse. Es un rasgo humano universal, y su característica definitoria es la atracción sexual selectiva. Por esta razón, los etólogos creen probable que el amor humano haya evolucionado a partir del ritual de elección de pareja, o cortejo de atracción típico de los mamíferos. Parece confirmarlo el hecho de que, en casi todos los mamíferos, ese cortejo se caracteriza por un notable despliegue de energía, persecución obsesiva, protección posesiva de la pretendida pareja y belicosidad hacia los posibles rivales.
Pero hay una diferencia. "En la mayoría de las especies", dice Fisher, "el ritual de elección de pareja dura minutos u horas, como mucho días o semanas; en los humanos, esa fase temprana de intenso amor romántico puede durar de 12 a 18 meses". Un año y medio para elegir pareja, ya está bien con el ritual de cortejo.
Según han documentado los antropólogos en 147 sociedades humanas, el amor romántico empieza "cuando un individuo empieza a mirar a otro como algo especial y único". Luego el amante sufre una deformación perceptiva por la que agiganta las virtudes e ignora las sombras del otro. Las adversidades estimulan la pasión, las separaciones disparan la ansiedad.
Son los signos de un alto nivel de dopamina en los circuitos del placer del cerebro, y así lo han confirmado los experimentos de imagen. Por ejemplo, enseñar a un voluntario una foto de su amada activa las rutas de la dopamina en los circuitos del placer. Estos circuitos guían gran parte de nuestro comportamiento -ni comer nos gustaría si no fuera por ellos-, y son los mismos que se activan en el ritual de cortejo, o de elección de pareja, de la mayoría de los mamíferos.(…)
Pero el amor romántico, con ser larguísimo en el ser humano, no suele durar más allá de un año o año y medio, (…)
La vasopresina es una hormona capaz de alterar el comportamiento, pero necesita acoplarse a un receptor situado en las neuronas para ejercer sus efectos. Los topillos que llevan una versión muy activa del gen tienen mucho receptor de la vasopresina en el cerebro, y por tanto son fieles y empalagosos. Los que llevan una versión poco activa tienen poco receptor y por tanto son traidores y malencarados.La versión de alta actividad predomina entre los topillos de la pradera -de ahí la buena fama de la especie-, y la de baja actividad es la norma entre los primos de la montaña, pero cada topillo es un mundo.
Los científicos empezaron a analizar ese gen en las personas y a comparar sus variantes con sus perfiles psicológicos. También añadieron a sus investigaciones otro gen similar que tiene también la capacidad para evolucionar muy rápido, el del receptor de la oxitocina.
Los dos genes están relacionados con la oxitocina y la vasopresina, dos hormonas que afectan al circuito del placer (o de la recompensa) cerebral. Estas hormonas actúan a través de unos receptores situados en las neuronas de esos circuitos. Los dos genes clave fabrican el receptor de la oxitocina y el receptor de la vasopresina.
Hasse Walum y sus colegas del Instituto Karolinska, en Estocolmo, han estudiado recientemente a 552 pares de gemelos o mellizos, y a sus parejas. Han analizado su gen avpr1a (el receptor de la vasopresina) y los han sometido a pruebas para evaluar sus "índices de calidad en la relación marital" y de "vinculación con la pareja". El 32% de los hombres con el gen variante permanecen solteros (frente al 17% con el gen estándar), y todos sus índices de "calidad marital" y vinculación afectiva son significativamente menores.(…)
Pero el amor se parece mucho al amor propio. Lisa DeBruine, de la Universidad McMaster de Ontario, reclutó hace unos años a un grupo de voluntarios para jugar por Internet a una especie de dilema del prisionero. Cada voluntario podía ver en el ordenador la cara del otro jugador, y sólo con eso tenía que decidir si compartía con él su dinero o intentaba hacerle una pifia. La pifia, en realidad, se la había hecho DeBruine a todos los voluntarios, porque al otro lado del ordenador no había nadie. El supuesto jugador no era más que un programa, y las caras habían sido generadas por métodos informáticos. El resultado fue que la mayoría de los voluntarios había decidido compartir su dinero candorosamente cuando la cara del otro jugador era... ¡la suya propia!
Si hay una cuarta fase del amor, lo más probable es que esté al otro lado del espejo."
En: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/amor/quimica/algo/amistad/elpepusoc/20090118elpepisoc_2/Tes
Puede la ciencia explicar cada manifestación del amor, pero jamás tendrá el antídoto para mitigar el dolor que causa la perdida del ser amado: “I Dont Wanna Miss A Thing”; Aerosmith. (1998).
Las hormonas definen el calendario amatorio: la testosterona dispara el deseo y la oxitoscina mantiene la fidelidad.
Javier Sampedro. 18/01/2009.
"El amor se suele considerar indefinible, porque unos lo ven con Freud como una sublimación del sexo, otros con Fromm como una de las bellas artes, y otros le aplican la palabra al gato. Pero ¿y si los tres tienen razón?
La antropóloga Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, se basa en sus experimentos de imagen cerebral (por resonancia magnética funcional) y en el resto de la evidencia disponible para defender una definición tripartita del amor. Primero el impulso sexual indiscriminado, una fuerza autónoma que desata la búsqueda de pareja en cualquier acepción del término; luego la atracción sexual selectiva; y por último el cariño, el lazo afectivo de larga duración que sostiene a las parejas más allá de la pasión.
Son tres procesos cerebrales distintos, pero interconectados. Y tienen una profunda raíz evolutiva común, porque su balance controla la biología reproductiva de las especies. El impulso sexual, la primera fase del amor, está regulado por la testosterona (masculina) y los estrógenos (femeninos) en el común de los mamíferos, más bien por la testosterona en los primates, y casi exclusivamente por la testosterona en el Homosapiens.
Los hombres con más testosterona en la sangre tienden a practicar más sexo, pero también las mujeres suelen sentir más deseo sexual alrededor del periodo de ovulación, cuando suben los niveles de testosterona. El declinar de esta hormona con la edad va asociado a la reducción de todos los tipos de libido, incluidas las fantasías sexuales.(…)
La segunda fase es el amor romántico, el amor en sentido clásico de la palabra enamorarse. Es un rasgo humano universal, y su característica definitoria es la atracción sexual selectiva. Por esta razón, los etólogos creen probable que el amor humano haya evolucionado a partir del ritual de elección de pareja, o cortejo de atracción típico de los mamíferos. Parece confirmarlo el hecho de que, en casi todos los mamíferos, ese cortejo se caracteriza por un notable despliegue de energía, persecución obsesiva, protección posesiva de la pretendida pareja y belicosidad hacia los posibles rivales.
Pero hay una diferencia. "En la mayoría de las especies", dice Fisher, "el ritual de elección de pareja dura minutos u horas, como mucho días o semanas; en los humanos, esa fase temprana de intenso amor romántico puede durar de 12 a 18 meses". Un año y medio para elegir pareja, ya está bien con el ritual de cortejo.
Según han documentado los antropólogos en 147 sociedades humanas, el amor romántico empieza "cuando un individuo empieza a mirar a otro como algo especial y único". Luego el amante sufre una deformación perceptiva por la que agiganta las virtudes e ignora las sombras del otro. Las adversidades estimulan la pasión, las separaciones disparan la ansiedad.
Son los signos de un alto nivel de dopamina en los circuitos del placer del cerebro, y así lo han confirmado los experimentos de imagen. Por ejemplo, enseñar a un voluntario una foto de su amada activa las rutas de la dopamina en los circuitos del placer. Estos circuitos guían gran parte de nuestro comportamiento -ni comer nos gustaría si no fuera por ellos-, y son los mismos que se activan en el ritual de cortejo, o de elección de pareja, de la mayoría de los mamíferos.(…)
Pero el amor romántico, con ser larguísimo en el ser humano, no suele durar más allá de un año o año y medio, (…)
La vasopresina es una hormona capaz de alterar el comportamiento, pero necesita acoplarse a un receptor situado en las neuronas para ejercer sus efectos. Los topillos que llevan una versión muy activa del gen tienen mucho receptor de la vasopresina en el cerebro, y por tanto son fieles y empalagosos. Los que llevan una versión poco activa tienen poco receptor y por tanto son traidores y malencarados.La versión de alta actividad predomina entre los topillos de la pradera -de ahí la buena fama de la especie-, y la de baja actividad es la norma entre los primos de la montaña, pero cada topillo es un mundo.
Los científicos empezaron a analizar ese gen en las personas y a comparar sus variantes con sus perfiles psicológicos. También añadieron a sus investigaciones otro gen similar que tiene también la capacidad para evolucionar muy rápido, el del receptor de la oxitocina.
Los dos genes están relacionados con la oxitocina y la vasopresina, dos hormonas que afectan al circuito del placer (o de la recompensa) cerebral. Estas hormonas actúan a través de unos receptores situados en las neuronas de esos circuitos. Los dos genes clave fabrican el receptor de la oxitocina y el receptor de la vasopresina.
Hasse Walum y sus colegas del Instituto Karolinska, en Estocolmo, han estudiado recientemente a 552 pares de gemelos o mellizos, y a sus parejas. Han analizado su gen avpr1a (el receptor de la vasopresina) y los han sometido a pruebas para evaluar sus "índices de calidad en la relación marital" y de "vinculación con la pareja". El 32% de los hombres con el gen variante permanecen solteros (frente al 17% con el gen estándar), y todos sus índices de "calidad marital" y vinculación afectiva son significativamente menores.(…)
Pero el amor se parece mucho al amor propio. Lisa DeBruine, de la Universidad McMaster de Ontario, reclutó hace unos años a un grupo de voluntarios para jugar por Internet a una especie de dilema del prisionero. Cada voluntario podía ver en el ordenador la cara del otro jugador, y sólo con eso tenía que decidir si compartía con él su dinero o intentaba hacerle una pifia. La pifia, en realidad, se la había hecho DeBruine a todos los voluntarios, porque al otro lado del ordenador no había nadie. El supuesto jugador no era más que un programa, y las caras habían sido generadas por métodos informáticos. El resultado fue que la mayoría de los voluntarios había decidido compartir su dinero candorosamente cuando la cara del otro jugador era... ¡la suya propia!
Si hay una cuarta fase del amor, lo más probable es que esté al otro lado del espejo."
En: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/amor/quimica/algo/amistad/elpepusoc/20090118elpepisoc_2/Tes
Puede la ciencia explicar cada manifestación del amor, pero jamás tendrá el antídoto para mitigar el dolor que causa la perdida del ser amado: “I Dont Wanna Miss A Thing”; Aerosmith. (1998).
lunes, 19 de julio de 2010
Me sobra el corazón.
Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.
Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos de mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.
No puedo con mi estrella.
Y busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.
Si no fuera ¿por qué?... no sé por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo allí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.
Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.
Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
qué inconformes mis ojos?
Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?
Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.
Me sobra corazón.
Hoy, descorazonarme,
yo el más corazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.
De "Otros poemas" 1935 1936.
(Miguel Hernández)
Del álbum “A Rush of Blood to the Head”; voz que mimetiza la emoción que deja ese doloroso sentimiento denominado desamor:
Si no te olvido,
es para que no muera tu ausencia.
“The Scientist”; Coldplay. (2002)
Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.
Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos de mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.
No puedo con mi estrella.
Y busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.
Si no fuera ¿por qué?... no sé por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo allí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.
Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.
Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
qué inconformes mis ojos?
Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?
Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.
Me sobra corazón.
Hoy, descorazonarme,
yo el más corazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.
De "Otros poemas" 1935 1936.
(Miguel Hernández)
Del álbum “A Rush of Blood to the Head”; voz que mimetiza la emoción que deja ese doloroso sentimiento denominado desamor:
Si no te olvido,
es para que no muera tu ausencia.
“The Scientist”; Coldplay. (2002)
sábado, 17 de julio de 2010
¿Cómo seré...
¿Cómo seré o
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
(Ángel González)
Por los recuerdos, y los sueños compartidos.
Eclipse.
No saber de ti,
es como un eclipse,
que obscurece mi alma.
Se, que ciertas canciones dicen lo que aun me niego a reconocer: Always on my mind; Chris de Burgh.
¿Cómo seré o
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
(Ángel González)
Por los recuerdos, y los sueños compartidos.
Eclipse.
No saber de ti,
es como un eclipse,
que obscurece mi alma.
Se, que ciertas canciones dicen lo que aun me niego a reconocer: Always on my mind; Chris de Burgh.
martes, 13 de julio de 2010
El Dios del Amor.
(Love's Deity)
Desearía hablar con el espíritu
De algún antiguo amante, muerto
Antes de que el dios del Amor naciera;
Imposible creer que quien más amara entonces,
Se rebajara a amar a quien lo despreciaba.
Pero desde aquella época, el dios
Ha inventado un destino, y esa doble naturaleza,
La costumbre, lo permite:
Que yo deba amar a quien no me ama.
Es evidente que quienes lo hicieron dios
No tenían esa intención,
Ni él en su juventud la habrá practicado.
Cuando una llama similar inflamaba dos corazones,
Su oficio era reunir, piadosamente, dos razones.
La correspondencia era su único dominio;
Ya no es amor,
Cuando no amo a quien me ama.
Pero todos los dioses modernos
Buscan extender sus vastas pretensiones
Y compararse con Júpiter.
Furias, licencias, epístolas, elogios,
Aquel es el séquito del dios del amor.
Oh, si esta tiranía nos despertara
Y priváramos a este niño de su divinidad,
Ya no podría amar a quien no me ama.
Rebelde y ateo, ¿por qué susurro
Cómo si ya sufriera los castigos del amor?
Él podría condenarme a no amar,
O ensayar un castigo peor;
Que ella a su vez me amara,
Sería del todo insoportable
Porque la falsedad es peor que el odio,
Y falsedad sería si la que yo amo me amara.
John Donne (1572-1631)
Desasosiego que provoca ese sentimiento, que arremolina todo mi ser a ese abismo de fascinación irreal. Del album “Days of Future Passed.” Rock atemporal, música de culto: Nights in White Satin, The Moody Blues. (1967)
(Love's Deity)
Desearía hablar con el espíritu
De algún antiguo amante, muerto
Antes de que el dios del Amor naciera;
Imposible creer que quien más amara entonces,
Se rebajara a amar a quien lo despreciaba.
Pero desde aquella época, el dios
Ha inventado un destino, y esa doble naturaleza,
La costumbre, lo permite:
Que yo deba amar a quien no me ama.
Es evidente que quienes lo hicieron dios
No tenían esa intención,
Ni él en su juventud la habrá practicado.
Cuando una llama similar inflamaba dos corazones,
Su oficio era reunir, piadosamente, dos razones.
La correspondencia era su único dominio;
Ya no es amor,
Cuando no amo a quien me ama.
Pero todos los dioses modernos
Buscan extender sus vastas pretensiones
Y compararse con Júpiter.
Furias, licencias, epístolas, elogios,
Aquel es el séquito del dios del amor.
Oh, si esta tiranía nos despertara
Y priváramos a este niño de su divinidad,
Ya no podría amar a quien no me ama.
Rebelde y ateo, ¿por qué susurro
Cómo si ya sufriera los castigos del amor?
Él podría condenarme a no amar,
O ensayar un castigo peor;
Que ella a su vez me amara,
Sería del todo insoportable
Porque la falsedad es peor que el odio,
Y falsedad sería si la que yo amo me amara.
John Donne (1572-1631)
Desasosiego que provoca ese sentimiento, que arremolina todo mi ser a ese abismo de fascinación irreal. Del album “Days of Future Passed.” Rock atemporal, música de culto: Nights in White Satin, The Moody Blues. (1967)
lunes, 12 de julio de 2010
Procol Harum.
“Es un grupo de rock de la edad de la canica que ahora sólo algunos rucanroleros conocen, y por eso asumí la misión sagrada, incluso divina, de hablarles de él a las nuevas generaciones, porque esta música está en plena vigencia ahora y siempre. Es intemporal.
En 1967, leí en el Billboard información del disco Procol Harum. La revista no lo recomendaba pero yo lo mandé pedir y lo recibí poco antes de que “A whiter shade of pale” (“Una pálida sombra” en México) se volviera un gran éxito comercial. Yo la escuchaba extasiado, orgulloso de haberla oído antes que nadie. Esta canción se ancló en lo más profundo de mi alma y hasta la fecha me fascina la idea de que siempre hay “una capa más blanca de palidez”.
Pero esta canción, que subliminalmente parafrasea a la Suite 3 en re menor de Bach, que ha vendido más de seis millones de copias, que ha tenido covers ilustres, como el de Joe Cocker, y que es leitmotiv de la versión fílmica de Alan Parker de The Commitments de Roddy Doyle, sólo era una muestra de la alta calidad de Procol Harum, el cual tenía la rara combinación de dos tecladistas sumamente talentosos y de clara inspiración clásica: Gary Brooker, pianista, cantante extraordinario y compositor del ochenta por ciento de las rolas, y Matthew Fisher, vocalista y compositor, que tocaba el órgano con una intensidad y profundidad inigualable. Los dos se complementaban con la guitarra bluesera y hendrixiana de Robin Trower, la creativa bataca de B. J. Wilson, el bajo de David Knights y las letras alucinantes, crípticas y ricas en metáforas de Keith Reid, poeta que siempre tuvo rango de miembro del grupo: compartía créditos en los discos, asistía a las tocadas y viajaba con ellos en las jiras.”
José Agustín, "Los grandes discos de rock. 1951-1975". Editorial Planeta, México, 2001. p 131.
Melodía de culto que equilibra la carga poética entre música y letra, en la búsqueda de imágenes que vienen y se alejan, efecto de la acelerada inducción de la sinapsis: A whiter shade of pale; Procol Harum. (1967)
“Es un grupo de rock de la edad de la canica que ahora sólo algunos rucanroleros conocen, y por eso asumí la misión sagrada, incluso divina, de hablarles de él a las nuevas generaciones, porque esta música está en plena vigencia ahora y siempre. Es intemporal.
En 1967, leí en el Billboard información del disco Procol Harum. La revista no lo recomendaba pero yo lo mandé pedir y lo recibí poco antes de que “A whiter shade of pale” (“Una pálida sombra” en México) se volviera un gran éxito comercial. Yo la escuchaba extasiado, orgulloso de haberla oído antes que nadie. Esta canción se ancló en lo más profundo de mi alma y hasta la fecha me fascina la idea de que siempre hay “una capa más blanca de palidez”.
Pero esta canción, que subliminalmente parafrasea a la Suite 3 en re menor de Bach, que ha vendido más de seis millones de copias, que ha tenido covers ilustres, como el de Joe Cocker, y que es leitmotiv de la versión fílmica de Alan Parker de The Commitments de Roddy Doyle, sólo era una muestra de la alta calidad de Procol Harum, el cual tenía la rara combinación de dos tecladistas sumamente talentosos y de clara inspiración clásica: Gary Brooker, pianista, cantante extraordinario y compositor del ochenta por ciento de las rolas, y Matthew Fisher, vocalista y compositor, que tocaba el órgano con una intensidad y profundidad inigualable. Los dos se complementaban con la guitarra bluesera y hendrixiana de Robin Trower, la creativa bataca de B. J. Wilson, el bajo de David Knights y las letras alucinantes, crípticas y ricas en metáforas de Keith Reid, poeta que siempre tuvo rango de miembro del grupo: compartía créditos en los discos, asistía a las tocadas y viajaba con ellos en las jiras.”
José Agustín, "Los grandes discos de rock. 1951-1975". Editorial Planeta, México, 2001. p 131.
Melodía de culto que equilibra la carga poética entre música y letra, en la búsqueda de imágenes que vienen y se alejan, efecto de la acelerada inducción de la sinapsis: A whiter shade of pale; Procol Harum. (1967)
sábado, 10 de julio de 2010
Soneto LXXXI.
Ya eres mía. Reposa con tu sueño en mi sueño.
Amor, dolor, trabajos, deben dormir ahora.
Gira la noche sobre sus invisibles ruedas
y junto a mí eres pura como el ámbar dormido.
Ninguna más, amor, dormirá con mis sueños.
Irás, iremos juntos por las aguas del tiempo.
Ninguna viajará por la sombra conmigo,
sólo tú, siempreviva, siempre sol, siempre luna.
Ya tus manos abrieron los puños delicados
y dejaron caer suaves signos sin rumbo,
tus ojos se cerraron como dos alas grises,
mientras yo sigo el agua que llevas y me lleva:
la noche, el mundo, el viento devanan su destino,
y ya no soy sin ti sino sólo tu sueño.
(Pablo Neruda)
Fusión perfecta entre metales, orquesta sinfónica, y palabras de amor. Canción enmarcada en la melancolía que deja la ausencia de unos labios marcados en la piel.
Amor;
puedes huir de tu destino,
pero no puedes cambiarlo.
If you leave me now; Chicago. (1976)
Savoir faire.
Mi gato negro ignora
que va a morir un día
no se aferra a la vida
como yo
salta desde el tejado
ligero como el aire
se sube al tamarindo
arañándolo apenas
no lo amedrenta el paso de los puentes
ni el callejón oscuro
ni el pérfido alacrán
mi gato negro ama
a cuanta gata encuentra
no se deja atrapar
por un único amor
como lo hice yo.
Claribel Alegría.
(Nicaragua, 1924)
“The Ides of March” otra banda norteamericana de jazz-rock, aportando su estilo inconfundible al rock, del álbum Vehicle (1970), en la típica sesión de metales en el tema "Vehicle". ¿Quien dice que el amor no va en cuatro ruedas?
Mi gato negro ignora
que va a morir un día
no se aferra a la vida
como yo
salta desde el tejado
ligero como el aire
se sube al tamarindo
arañándolo apenas
no lo amedrenta el paso de los puentes
ni el callejón oscuro
ni el pérfido alacrán
mi gato negro ama
a cuanta gata encuentra
no se deja atrapar
por un único amor
como lo hice yo.
Claribel Alegría.
(Nicaragua, 1924)
“The Ides of March” otra banda norteamericana de jazz-rock, aportando su estilo inconfundible al rock, del álbum Vehicle (1970), en la típica sesión de metales en el tema "Vehicle". ¿Quien dice que el amor no va en cuatro ruedas?
martes, 6 de julio de 2010
“Yo llegué a la literatura por hambre”
Hernán Rivera Letelier, treinta años de minero, premio Alfaguara de Novela.
Ima Sanchís - 06/07/2010.
"59 años y 357 días. Me crié y vivo en el desierto de Atacama. Estoy casado y tengo 3 hijas, un hijo y 4 nietas. Vivo con 7 mujeres que me mandan a comprar el pan. Soy zurdo, hijo de obrero y obrero yo mismo. Mi padre era predicador. Yo no creo en Dios, pero sé que él cree en mí
Eramos pobres como ratas, andábamos descalzos y a patadas con los piojos, pero la mía fue una infancia feliz. Tenía todo el desierto como patio para jugar.
¿Cuál era su juego preferido?
Cazar remolinos de arena. Por las tardes se armaban unos remolinos tremendos que se llevaban la ropa tendida y los techos de uralita. Los niños creíamos que si alcanzábamos uno, nos metíamos dentro y abríamos los ojos, le veríamos la cara al diablo.
¿Ha visto al diablo?
El diablo era yo. En aquel desierto era el niño extraño de la patota (pandilla), el que hablaba poco y se iba al cerro solo con 7 años a oír el silencio, a sentir esa soledad de planeta abandonado.
... El reino mineral.
Fue el desierto el que me enseñó a conocerme, a conversar conmigo mismo, a encontrar mi alma.
¿Era difícil ser el hijo del predicador de un campamento minero?
El viejo fue un minero toda la vida y murió de silicosis, de color azul. Tras partir piedra durante todo el día, cansado como perro, se ponía su corbata y se iba a predicar.
Y usted a su lado.
De la mano. Era analfabeto, aprendió a leer solo, y sólo la Biblia, otra cosa no sabía leerla. Pero tenía una verba inflamada.
¿Apocalíptico?
Sí, yo me crié esperando el fin del mundo y leyendo el único libro que había en casa, la Biblia. Cuando entré en la escuela a los 7 años leí dos poemas una y otra vez, de Machado y de Tagore, me fascinaron. Pero no leí nada más ni escribí hasta los 18 años.
La vida es sorprendente.
Cuéntemelo a mí. Hoy estoy convencido de que todos nacemos con un don que hay que descubrir, y que mucha gente muere sin conocerlo; es triste eso.
Cuénteme el camino recorrido.
Cuarenta y cinco años bajo un sol de 40 º y noches bajo cero. Cuando nos levantábamos por la mañana había que partir el agua con un hacha. Y allí estaban todas las injusticias: la historia de la pampa está llena de matanzas. A los 9 años quedé huérfano de madre, le picó una araña. Tenía 36 años.
¿Cómo lo vivió?
La madre es como la muralla que te salva de la muerte: cuando ella desaparece, quedas de cara frente a la muerte. Y eso es lo que sentí. ¿Lo entiende?
Perfectamente.
A los 11 años ya trabajaba. A los 18 vi en el cine del campamento un noticiero que explicaba que en el mundo se estaba produciendo una revolución juvenil, y se veían jóvenes abandonando las fábricas y los hogares con la guitarra al hombro.
... Y se fue.
Anduve cinco años y descubrí que llevaba un poeta dentro: dormía en una playa con otro hippy y una radio. De pronto paró la música y oímos la voz engolada de un locutor que explicaba que cada sábado se premiaban los tres mejores poemas que enviaban los oyentes durante la semana.
¿Cuál era el primer premio?
Una cena para dos. Llevábamos una semana sin comer caliente y tuve la convicción de que ganaba. Ahí mismo escribí un poema de amor de cuatro páginas, sin un tachón ni la más mínima noción de poesía.
Ganó.
Sí. Fue la misma convicción que tuve 25 años después en la mina, cuando escribí La reina Isabel cantaba rancheras y la mandé al mejor concurso de novelas de mi país. Yo llegué a la literatura por hambre, nunca más dejé de escribir y nunca más pasé hambre. Después de recorrer mi país, volví al desierto, a trabajar a la mina.
¿A su mujer la encontró en la mina?
Sí, tenía 16 años, yo 24. Ella no sabía nada de literatura, pero tenía una sensibilidad tremenda. Amueblé mi casa con premios de poesía, gané más de 25 concursos. Yo le leía los poemas y ella me decía: "Con este sentí algo", y ese enviaba. Ella tiene algo que pocas mujeres conservan: cocina cantando.
¿Y todo esto sin leer a los clásicos?
A partir de los 25 años lo leía todo, quería escribir mejor y comparaba con los de los grandes, ellos maestros.
¿Cómo se siente?
Como un niño. Así como nunca me sentí pobre cuando era niño porque siempre intuí que tenía algo que valía mucho y que la pobreza es un enmarcamiento mental, ahora que estoy llegando a viejo siento que, mientras tenga proyectos, no seré viejo.
¿Qué quiere contar?
Mi madre daba de comer a los obreros y después de la cena algunos de esos viejos se quedaban conversando a la luz de una vela. Yo me levantaba y a hurtadillas me metía debajo de la mesa a escuchar sus historias: la del bebé con dentadura de oro que encontraron en una mina, la del descabezado..., volvía a la cama muerto de miedo. Cuento la historia de la gente de ese desierto.
Al final el secreto es la fascinación.
Eso...: ¡la fascinación! ¿Sabe cuál es la diferencia entre un intelectual y yo?
¿?
Ellos creen en lo que escriben por sus ideas y conceptos. Yo tengo fe en lo que escribo, en mi intuición, mi imaginación, mi experiencia de vida. Un intelectual no baila, yo para estirar las piernas paro de escribir y me pongo a bailar como un loco.”
En: http://www.lavanguardia.es/lacontra/lacontra.html
Del álbum Chicago II (1970), en el inconfundible estilo jazz – rock y su inherente sesión de metales; clásica pieza donde sobresale el excelente “solo” de guitarra de Terry Kath. Siempre se puede hacer mas, si la actitud es mucho mas que deseo: 25 or 6 to 4; Chicago.
Hernán Rivera Letelier, treinta años de minero, premio Alfaguara de Novela.
Ima Sanchís - 06/07/2010.
"59 años y 357 días. Me crié y vivo en el desierto de Atacama. Estoy casado y tengo 3 hijas, un hijo y 4 nietas. Vivo con 7 mujeres que me mandan a comprar el pan. Soy zurdo, hijo de obrero y obrero yo mismo. Mi padre era predicador. Yo no creo en Dios, pero sé que él cree en mí
Eramos pobres como ratas, andábamos descalzos y a patadas con los piojos, pero la mía fue una infancia feliz. Tenía todo el desierto como patio para jugar.
¿Cuál era su juego preferido?
Cazar remolinos de arena. Por las tardes se armaban unos remolinos tremendos que se llevaban la ropa tendida y los techos de uralita. Los niños creíamos que si alcanzábamos uno, nos metíamos dentro y abríamos los ojos, le veríamos la cara al diablo.
¿Ha visto al diablo?
El diablo era yo. En aquel desierto era el niño extraño de la patota (pandilla), el que hablaba poco y se iba al cerro solo con 7 años a oír el silencio, a sentir esa soledad de planeta abandonado.
... El reino mineral.
Fue el desierto el que me enseñó a conocerme, a conversar conmigo mismo, a encontrar mi alma.
¿Era difícil ser el hijo del predicador de un campamento minero?
El viejo fue un minero toda la vida y murió de silicosis, de color azul. Tras partir piedra durante todo el día, cansado como perro, se ponía su corbata y se iba a predicar.
Y usted a su lado.
De la mano. Era analfabeto, aprendió a leer solo, y sólo la Biblia, otra cosa no sabía leerla. Pero tenía una verba inflamada.
¿Apocalíptico?
Sí, yo me crié esperando el fin del mundo y leyendo el único libro que había en casa, la Biblia. Cuando entré en la escuela a los 7 años leí dos poemas una y otra vez, de Machado y de Tagore, me fascinaron. Pero no leí nada más ni escribí hasta los 18 años.
La vida es sorprendente.
Cuéntemelo a mí. Hoy estoy convencido de que todos nacemos con un don que hay que descubrir, y que mucha gente muere sin conocerlo; es triste eso.
Cuénteme el camino recorrido.
Cuarenta y cinco años bajo un sol de 40 º y noches bajo cero. Cuando nos levantábamos por la mañana había que partir el agua con un hacha. Y allí estaban todas las injusticias: la historia de la pampa está llena de matanzas. A los 9 años quedé huérfano de madre, le picó una araña. Tenía 36 años.
¿Cómo lo vivió?
La madre es como la muralla que te salva de la muerte: cuando ella desaparece, quedas de cara frente a la muerte. Y eso es lo que sentí. ¿Lo entiende?
Perfectamente.
A los 11 años ya trabajaba. A los 18 vi en el cine del campamento un noticiero que explicaba que en el mundo se estaba produciendo una revolución juvenil, y se veían jóvenes abandonando las fábricas y los hogares con la guitarra al hombro.
... Y se fue.
Anduve cinco años y descubrí que llevaba un poeta dentro: dormía en una playa con otro hippy y una radio. De pronto paró la música y oímos la voz engolada de un locutor que explicaba que cada sábado se premiaban los tres mejores poemas que enviaban los oyentes durante la semana.
¿Cuál era el primer premio?
Una cena para dos. Llevábamos una semana sin comer caliente y tuve la convicción de que ganaba. Ahí mismo escribí un poema de amor de cuatro páginas, sin un tachón ni la más mínima noción de poesía.
Ganó.
Sí. Fue la misma convicción que tuve 25 años después en la mina, cuando escribí La reina Isabel cantaba rancheras y la mandé al mejor concurso de novelas de mi país. Yo llegué a la literatura por hambre, nunca más dejé de escribir y nunca más pasé hambre. Después de recorrer mi país, volví al desierto, a trabajar a la mina.
¿A su mujer la encontró en la mina?
Sí, tenía 16 años, yo 24. Ella no sabía nada de literatura, pero tenía una sensibilidad tremenda. Amueblé mi casa con premios de poesía, gané más de 25 concursos. Yo le leía los poemas y ella me decía: "Con este sentí algo", y ese enviaba. Ella tiene algo que pocas mujeres conservan: cocina cantando.
¿Y todo esto sin leer a los clásicos?
A partir de los 25 años lo leía todo, quería escribir mejor y comparaba con los de los grandes, ellos maestros.
¿Cómo se siente?
Como un niño. Así como nunca me sentí pobre cuando era niño porque siempre intuí que tenía algo que valía mucho y que la pobreza es un enmarcamiento mental, ahora que estoy llegando a viejo siento que, mientras tenga proyectos, no seré viejo.
¿Qué quiere contar?
Mi madre daba de comer a los obreros y después de la cena algunos de esos viejos se quedaban conversando a la luz de una vela. Yo me levantaba y a hurtadillas me metía debajo de la mesa a escuchar sus historias: la del bebé con dentadura de oro que encontraron en una mina, la del descabezado..., volvía a la cama muerto de miedo. Cuento la historia de la gente de ese desierto.
Al final el secreto es la fascinación.
Eso...: ¡la fascinación! ¿Sabe cuál es la diferencia entre un intelectual y yo?
¿?
Ellos creen en lo que escriben por sus ideas y conceptos. Yo tengo fe en lo que escribo, en mi intuición, mi imaginación, mi experiencia de vida. Un intelectual no baila, yo para estirar las piernas paro de escribir y me pongo a bailar como un loco.”
En: http://www.lavanguardia.es/lacontra/lacontra.html
Del álbum Chicago II (1970), en el inconfundible estilo jazz – rock y su inherente sesión de metales; clásica pieza donde sobresale el excelente “solo” de guitarra de Terry Kath. Siempre se puede hacer mas, si la actitud es mucho mas que deseo: 25 or 6 to 4; Chicago.
domingo, 4 de julio de 2010
The Lizard King.
«Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito»
(If the doors of perception were cleansed every thing would appear to man as it is, infinite).
(William Blake)
James Douglas Morrison (1943) cantante de “The Doors”, escribió los libros “The Lords” (1969), “The New Creatures” (1969) y “An American Prayer” (1970) considerados su obra poética. Muere en París el 3 de julio de 1971, y es enterrado en el cementerio de Pére Lachaise.
Poder.
"Puedo hacer que la tierra se detenga
en su curso, hice
las cosas más remotas, puedo cambiar
el curso de la naturaleza.
Puedo ubicarme en cualquier lugar del
espacio y el tiempo.
Puedo convocar a los muertos.
Puedo percibir sucesos de otros mundos,
en lo más profundo y oculto de mi mente,
y en la mente de los demás.
Yo puedo.
Yo soy".
(Jim Morrison)
Del libro “Los poemas ocultos”, Jim Morrison, Editorial Distal.
En: http://www.scribd.com/doc/179255/Jim-Morrison-Los-poemas-ocultos
Sonido que altera el estado de la conciencia, en la predisposición de escuchar la palabra: “Love me two times”; The Doors.
«Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito»
(If the doors of perception were cleansed every thing would appear to man as it is, infinite).
(William Blake)
James Douglas Morrison (1943) cantante de “The Doors”, escribió los libros “The Lords” (1969), “The New Creatures” (1969) y “An American Prayer” (1970) considerados su obra poética. Muere en París el 3 de julio de 1971, y es enterrado en el cementerio de Pére Lachaise.
Poder.
"Puedo hacer que la tierra se detenga
en su curso, hice
las cosas más remotas, puedo cambiar
el curso de la naturaleza.
Puedo ubicarme en cualquier lugar del
espacio y el tiempo.
Puedo convocar a los muertos.
Puedo percibir sucesos de otros mundos,
en lo más profundo y oculto de mi mente,
y en la mente de los demás.
Yo puedo.
Yo soy".
(Jim Morrison)
Del libro “Los poemas ocultos”, Jim Morrison, Editorial Distal.
En: http://www.scribd.com/doc/179255/Jim-Morrison-Los-poemas-ocultos
Sonido que altera el estado de la conciencia, en la predisposición de escuchar la palabra: “Love me two times”; The Doors.
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