Tu voz es la espada que libera el silencio de mi alma.
sábado, 24 de septiembre de 2011
La codependencia o adicción al amor.
La codependencia es un trastorno caracterizado por una carencia de identidad. La persona codependiente no está conectada con sus necesidades, sentimientos y deseos. Cree que su valor como persona depende de la opinión de los demás y se crea una falsa personalidad, asumiendo la responsabilidad por las acciones ajenas, debido a que está desconectado de sus propios sentimientos. Se dedican a mantener una imagen para impresionar, ya que su autoestima es muy baja.
La codependencia tiene como origen las familias disfuncionales donde el ambiente es hostil, la persona codependiente se dedica a vigilar su entorno para defenderse. El estado de alerta es una defensa natural del organismo, pero cuando se vuelve crónico, trae aparejados problemas como la pérdida de contacto con las emociones internas, debido a que la atención está centrada todo el tiempo fuera de uno mismo. Cuando un niño pierde contacto con sus sentimientos, intentará llenar sus necesidades con estímulos externos, convirtiéndose en un adulto codependiente.
La codependencia: El amor codependiente produce culpa y angustia, es un amor patológico caracterizado por la obsesión, se comporta como una adicción. La codependencia genera sentimientos negativos como la angustia, la amargura, la culpa irracional, el enojo.
En la codependencia, la persona se enamora de alguien necesitado de ayuda, pero lo hace para sentirse útil y querido, estableciendo una relación destructiva.
Hay muchos tipos de codependencia, la más común es aquella donde uno de los miembros de la pareja sufre una adicción o una enfermedad y el otro dedica su vida a ayudarlo, pero impidiendo su completo restablecimiento, pues perdería su utilidad.
Esto explica la existencia de ciertos rasgos comunes en todas las relaciones del codependiente, como enamorarse siempre de alcohólicos, desocupados, etc. Estas son personas que sienten satisfacción en resolver la vida de su pareja, les da importancia.
Otros tipos de codependientes son los egoístas, dominantes, celosas, pueden llegar a la violencia física o psicológica de sus parejas.
Estas relaciones establecen una lucha por el control del otro, ya sea en el papel de víctima o en el de victimario.
La codependencia puede ocasionar síntomas psicosomáticos inespecíficos: dolores de cabeza, trastornos menstruales, digestivos, insomnio, depresión, obesidad, bulimia.
Un síntoma de alarma estaría en no sentirse a gusto, no desear regresar a casa, etc.
En la codependencia se da la paradoja de desear desesperadamente amar y ser amado y a la vez, experimentar miedo al compromiso, a perder el control, a conseguir la felicidad.
La persona codependiente se funde con su pareja hasta perder su propia identidad, lo que experimenta no es amor sino dependencia y adicción. El codependiente se deja de lado y antepone a su pareja siempre. Esto lo lleva a negar todo elemento que considere que atenta contra la relación, por lo que no logrará una relación completa, sino superficial. Su mayor temor es el abandono.
Al negar su identidad para adoptar la de su pareja, comienza a vivir a través de esta, por lo que necesitará más de esta, exigirá más dedicación. Esto lleva a que busque controlar a su pareja, manipularla, pues ha adoptado su vida. Intentará que la pareja no se aleje, que no cambie para que no se aparte. Intentará crear una dependencia hacia su persona para obtener lo que desea.
Características de los codependientes:
• Baja autoestima: no se valoran, son muy susceptibles, se sienten solos y vacíos, son perfeccionistas, autocríticos.
• Control: no saben expresar ciertos sentimientos, no se dejan conocer fácilmente, temen perder el control, aumentan su autoestima ayudando a otros a resolver sus problemas.
• Necesidad de complacer: compromete sus propios valores para complacer a otros, cree que hacer cosas para sí mismo es egoísta, suele mantener relaciones sexuales cuando no lo desea, antepone las necesidades ajenas a las propias.
• Relaciones: cree en el amor a primera vista, le aburren los que son amables con él, intenta resolver sus problemas haciendo cambiar a su pareja, teme al abandono, necesita sentirse necesitado.
En: http://www.amoryamistad.org/general/la-codependencia-o-adiccion-al-amor.php
¿Amor?
Tu posees sobre mi
un poder absoluto
que doblega toda mi voluntad;
¿Dime por favor que es?
Nadie es imprescindible en el amor; bueno, en el amor patológico, al menos uno.
El amor no esta en función de la aceptación del otro, sino en respetar los principios que guían nuestra dignidad.
Suplicar al amor es tanto como morir en vida: “Me arrodillo y rezo/ Estoy esperando el momento final/ Tu dirás las palabras que no puedo decir”.
Del álbum “Brotherhood”, perfecta descripción del amor enfermo: "Bizarre Love Triangle”, New Order. (1986)
jueves, 22 de septiembre de 2011
Adolescentes hasta los 40. por Myriam López Blanco
Todos les hemos visto alguna vez por la calle, o puede que en el espejo. Son mayores, pero van en monopatín, llevan camisetas grandes, zapatillas Converse, ... juegan a la Nintendo y tienen estilos y actitudes ante la vida totalmente distintas a las de sus padres a esa misma edad. Nacieron en los años 60 o 70, pero no tienen familia propia. De hecho, mantienen aficiones que probablemente no se podrían permitir si tuviesen hijos. Son adultos, pero viven como niños, (lo cual no deja de ser mucho más positivo que ser un niño y vivir como un adulto). En otros países se habla de fenómeno sociológico, porque cada vez hay más, y se ha inventado una creativa terminología para designarlos. En KINDSEIN hacemos un repaso general al curioso glosario internacional. La revista TIME los sacó en portada hace unos años. "¿Crecer? No tan rápido", se titulaba el reportaje: «Los sociólogos están empezando a darse cuenta de un cambio permanente en la forma de vivir. En el pasado, la gente pasaba de la infancia a la adolescencia, y de la adolescencia a la edad adulta, pero hoy hay una fase nueva, intermedia en medio del camino». En España, no parece haber conciencia de este fenómeno, quizás porque alargar la adolescencia, por ejemplo viviendo en casa de los padres, no es ninguna novedad. Según un reportaje de El País, el 30% de los españoles con edades comprendidas entre los 30 y 35 años vive aún con sus padres. El porcentaje llega al 63% si nos centramos en los que tienen entre 25 y 29 años. Y hasta el 95% si tienen entre 18 y 25. Juan Carlos Martínez, un treintañeromileurista —palabra acuñada por Carolina Alguacil en su carta a El País "Soy mileurista"—, ha intentado varias veces independizarse, pero siempre tuvo que volver a casa de sus padres. «No podía salir, ni viajar, ni comprarme ropa, ni nada,... no vivía, sólo sobrevivía. Y yo quería cierta calidad de vida, la que tenía en casa de mis padres. Por eso volví». En otros países, hasta hace unos años era impensable seguir con papá y mamá después de acabar los estudios, pero las cosas están cambiando. Y el fenómeno ya tiene varios nombres: Síndrome de Peter Pan. Se refiere a un adulto socialmente inmaduro, irresponsable, rebelde, dependiente, narcisista, manipulador, que niega el envejecimiento y cree que está más allá de las normas de la sociedad. El término apareció por primera vez en el libro del doctor Dan Kiley "The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up", publicado en 1983. No está reconocido como síndrome en el DSM (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, en EEUU). Niñulto (Kidult). Persona de mediana edad que participa en actividades diseñadas para los niños. En el libro "Rejuvenile", Christopher Noxon cuentaque muchos visitantes de Disney World son adultos que van sin niños; que el público de entre 18 y 34 años ve más canales como Cartoon Network —dibujos animados— que de noticias, como la CNN o Fox News; o que la media de edad de los jugadores de video juegos es de 29 años y va en aumento. Noxton cree que estas personas «quieren experimentar el tiempo como lo hacíamos de niños, para encontrar algún alivio a la ansiedad que provoca pensar en el futuro». Noxton señala que hay un resurgimiento de los juguetes retro, como Tarta de Fresa, una muñeca que hizo su primera aparición en los años 80, y que relanzaron hace poco con el lema "¿Quién te iba a decir que tú y tu hija tendríais a la misma amiga?». En España, lo mismo podría decirse de la muñeca Nancy, compañera de todas las babyboomers nacidas en los 60 y 70, y relanzada ahora, en su cuadragésimo cumpleaños. Adultescentes (Adultescents). Sinónimo de Kidult. Por lo general, son personas adultas que viven con sus padres después de acabar los estudios, que no tienen una motivación clara y que dependen económicamente de sus progenitores. Gastan todo el dinero que pueden en ropa, cine, música, ordenadores, videojuegos o comer fuera. Twixters. Es la nueva generación de jóvenes americanos que están atrapados entre (betwixt, between) la infancia y la edad adulta. Dependen económicamente de sus padres, y, si trabajan, suele ser con empleos inestables y sueldos bajos. NEET ("Not engaged in Education, Employment, or Training", o "sin estudios, empleo o formación"). Este término fue usado por primera vez por el gobierno británico para referirse a los adolescentes de entre 16 y 19 años que lo abandonan todo y hacen lo posible por no hacer nada. Los neets tienen una probabilidad 20 veces mayor de cometer algún delito. El ministro de economía, Frank Field, dijo: «¿Dónde irá a parar Gran Bretaña si este grupo continúa creciendo? Estamos delante de una generación perdida». El término se ha extendido a otros países, como Japón, China y el sur de Corea para un grupo más amplio de edad. Generación Boomerang. Se llama así a los nacidos entre 1975 y 1986 en los países occidentales, que vuelven a casa de los padres depués de haber pasado una temporada viviendo solos. KIPPERS (Kids In Parents' Pockets Eroding Retirement Savings, o 'hijos en los bolsillos de los padres erosionando los ahorros para su jubilación'). Nesthocker. Es un término alemán. Literalmente, significa ocupadores del nido. Mammones. Es el neologismo que emplean los franceses. Se refiere a los niños de mamá. Bamboccioni. Es un término italiano que se utilizó, en octubre de 2007, el entonces ministro italiano de Economía, Tommaso Padoa-Schioppa. Bautizó así a las personas de entre 20 y 30 años que todavía viven con sus padres. «Mandiamo i 'bamboccioni' fuori di casa», fueron sus palabras en el Senado ("Echemos a los bamboccioni fuera de casa"). «Incentiviamo a uscire di casa i giovani che restano con i genitori, non si sposano e non diventano autonomi. È un'idea importante.» (Animemos a salir de casa a los jóvenes que están con sus progenitores, que no están casados y que no son autónomos. Es importante.) Tanguy. En 2001, se estrenó una película titulada Tanguy. Trata de un joven de 28 años que vive con sus padres y no parece tener ganas de abandonar las comodidades del hogar. La película describe tan fielmente el fenómeno sociológico que, hoy en día, el idioma francés ha adoptado la palabra tanguy para describir a estos jóvenes. Puer Aeternus. Es latín. Quiere decir Niño Eterno. En la mitología griega, se refiere a un dios niño, joven para siempre. En psicología, designa a un hombre adulto que lleva la vida emocional de un adolescente, normalmente muy dependiente de su madre. No admite restricciones ni límites, y pelea por conservar su libertad e independencia. Solteros parásitos. En Japón, se les llama "Parasaito shinguru". Es otro término para las personas adultas que viven con sus padres. Es el tanguyjaponés. El primero en usar el término fue el profesor Masahiro Yamada, de la Universidad Gakugei de Tokio, en su libro "La era de los parásitos solteros", publicada en 1999. Yamada les echa la culpa de la baja natalidad en Japón. Freeter. Otro neologismo japonés, acuñado hacia 1987 a partir de las palabra inglesa free (libre) y la alemana Arbeiter (trabajador). En japonés, se pronuncia: furita, freeta o furitaa. Designa a personas de entre 15 y 34 años que viven en casa de sus padres después de acabar sus estudios y que saltan de trabajo en trabajo en lugar de buscar uno estable. A principios del siglo XXI, el número de freeters comenzó a aumentar en Japón. Se estima que en 1982 había medio millón. En 2003, la cifra había subido a 2,17 millones. Se teme que esta generación de jóvenes desmotivados perjudique el futuro de Japón, y el gobierno ha tomado medidas para evitarlo ofreciendo ayudas a las empresas que contraten freeters a tiempo completo. Según el Instituto Japonés de Trabajo, los freetes se dividen en tres grupos: —los que no saben lo que quieren hacer para ganarse la vida. —los que no tienen otra opción que tener un trabajo inestable mientras buscan uno definitivo —y los que persiguen un sueño, y trabajan a su manera siguiendo un objetivo. Masahiro Yamada, sin embargo, piensa que todos los freeters son "soñadores" y una "fuente de mano de obra barata". El fenómeno está extendido y los expertos en márqueting han descubierto el filón. Ser muy joven está de moda y los adultos consumen productos "infantiles": desde las hamburguesas, los cómics o los videojuegos hasta los coches que parecen de juguete, como el Mini o el Volkswagen escarabajo.Algunos dicen que esta actitud provoca un "atontamiento cultural"; otros, que es un triste rechazo del concepto de adulto, que se ve como algo desfasado o irrelevante. Hay quienes lo atribuyen a un aumento del miedo tras el atentado del 11-S. «La nostalgia por la infancia puede parecer inocente, pero es un síntoma de una profunda inseguridad sobre el futuro», dijo Frank Furedi, un controvertido profesor de sociología de la Universidad de Kent, en el Reino Unido, al diario británico The Guardian. Otros especialistas, como Jeffrey Arnett —psicólogo de la Clark Universidad de Worcester, Massachusetts, en Estados Unidos— defienden a estos jóvenes. Según Arnett, los twixters (o tanguys o freeters,...) son unos incomprendidos, y, en realidad, se toman el futuro tan en serio que pasan todos esos años eligiendo con cuidado el camino más adecuado.
En: http://kindsein.com/es/29/1/666/
Escape. Si las palabras no logaron abrir tu espacio entonces no sacrificare mis sueños.
¿Aniquila la deprimente soledad? ¿Te queda “intacto el orgullo”? Escapa como soñabas en tus dorados años, escapa en la literalidad de las palabras, escapa ahora que aun es tiempo. Del álbum The Age of Consent, sonido de esencia High Energy; Bronski Beat, "Smalltown Boy". (1984)
miércoles, 14 de septiembre de 2011
La amante. (Orietta Lozano)
Soy la amante que estrenas, la nueva, la eterna, la de muslos trigueños, columnas seguras que se abren perfectamente para dar paso a tu mar ancho y espeso. Soy la de paralelas montañas, erectas, duras, por donde han caminado pájaros heridos de amor.
Soy la amante nocturna, la de noctámbulos besos, ( mis ojos, túneles profundos donde se pierde la soledad).
Soy la de siempre, la eterna, la que te arranca el hastío de cada costado, la que se tiende plácidamente, la que se para, la que te sorprende, la que se quita las vestiduras y se lava en tu río claro. Soy la que te crucifica con mis ojos, con mi lengua, la que se pierde en tu mirada lela, la que infatigable recorre tu cuerpo, la que vibra con devoción en tu silencioso mundo. Soy ella, la eterna, la antigua, la nueva, la de siempre la que se cierra la que se abre la de ambivalentes tardes. Soy la que renace, la que se abre la que se cierra.
Mía. Interpreto tu cuerpo que emerge en mi piel.
Cuando sabes leer entre líneas, las palabras no siempre crean vínculos más allá de la piel. Música visual que exacerba los sentidos, cual oleaje perpetuo sobre la arena piel. Del album “Music to Make Love to Your Old Lady By”, Lovage; Sex (I'm a). (2001)